Apartamento La Cueva de Casa Botes
Servicios principales
- 65 m²
- 1 dormitorio
- 1 cuarto de baño
Ubicación
Disfruta de tus vacaciones en Cuenca en el Apartamento La Cueva de Casa Botes. Ideal para quienes buscan una experiencia auténtica, está situado a unos 200 metros de la Torre de Mangana y a tan solo 11 minutos a pie del Puente de San Pablo. En el apartamento de 65 m², situado a unos metros de la Catedral de Cuenca, los huéspedes pueden disfrutar de un jacuzzi y bañera de hidromasaje.
Estando en el barrio Centro histórico de Cuenca, Apartamento La Cueva de Casa Botes también se encuentra a 5 minutos a pie de la Plaza Mayor de Cuenca. Para llegar al verdadero corazón de Cuenca hay que caminar durante 10 minutos.
Apartamento La Cueva de Casa Botes, ubicado frente a la ciudad, cuenta con una zona de estar amueblada con sofá. Para mayor comodidad, el apartamento ofrece TV de pantalla plana con canales vía satélite, asegurando que los huéspedes puedan relajarse durante su tiempo libre. Este establecimiento consta de 1 dormitorio. Este apartamento dispone de 1 cuarto de baño con bañera de hidromasaje, un inodoro separado y ducha. También hay secador de pelo y toallas de baño.
Este alojamiento está equipado con una cocina y una zona de comedor para que los huéspedes puedan disfrutar de sus comidas. Para preparar tus propias comidas, el apartamento incluye facilidades como servicio de tetera/cafetera. El restaurante Restaurante Recreo Peral sirve platos de la cocina española, situado a 600 metros. La estación de autobuses Calle de Alfonso VIII está a 450 metros.
Reseña de un crítico de hotel
Tuve la oportunidad de alojarme en La Cueva de Casa Botes durante un reciente viaje a Cuenca y fue una experiencia maravillosa. Desde el momento en que llegamos, la atención de los anfitriones fue excepcional, con detalles como una botella de vino de bienvenida y un ambiente impecable que nos hizo sentir como en casa. El apartamento, con su encantadora decoración y una bañera de hidromasaje idónea para relajarse tras un día explorando, se convirtió en nuestro refugio perfecto. La ubicación, a solo un paso de las emblemáticas Casas Colgadas y la Catedral, nos permitió disfrutar de Cuenca a pie, deleitándonos con la gastronomía local en los restaurantes cercanos. Sin duda, volveré a disfrutar de este lugar, que además resultó ideal para mis acompañantes, creando recuerdos inolvidables en un entorno tan acogedor y único.